miércoles, 6 de febrero de 2013

Vestido de sastre

Un día laborable llegaron una pareja de novios y todo el acompañamiento de una boda de campanillas recién salidos de la ceremonia nupcial: novia, novio, damas de honor, pajes, familia y amigos.

Así comienza Anthony Bourdain, cocinero americano de gran prestigio internacional, a contar a los lectores de su primer libro cómo descubrió su vocación hacia los fogones. El jefe de cocina del restaurante en el que trabajaba pudo compartir algo más que un postre con aquella novia radiante, mientras que el resto de los invitados (incluyendo a su reciente marido) masticaban felices todos los manjares del banquete.
 
Y éste no es más que un blog de reflexiones y anécdotas. De las que se dejaron medio vestido por hacer, de las que lo cambiaron por otro, las que lo escondieron en el último momento o se pusieron el primero que vieron.
 
Femmes fatales, maquis que abandonaron su hogar, solteras desconfiadas que morirán devoradas por perros alemanes, románticas que siempre quieren más, arrepentidas que viven del pasado y catadoras de vino que siempre se dejan invitar.
 
Mochilas que pesan, inyecciones de plástico, puertas que nunca se cierran, corazones sin canción favorita, el sabor de los domingos. En esto se pasan los años, amor sin peros, ese que tanto cuesta encontrar.
 
Vuelvo enseguida...

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